"A causa de las entrañas de misericordia de nuestro Dios…" (Lc 1,78)
Salesianum vol. 78 (2016) n. 2, 199-225
Sezione: Studia
Sommario
No le resultó obvio ni cómodo a Israel llegar abrazar el más estricto monoteísmo. Lo descubrió cuando se sintió elegido por un Dios que lo quería para si. Y se reconocía elegido siempre que lograba verse liberado. Además de ser único, el Dios de Israel era, sobre todo, un Dios compasivo. Que, cuando quiso, no le costara salvar no implica que lo hiciera sin coste personal: salva a quien quiere entrañablemente, elige a quien salva porque le afecta su miseria. En Jesús, estremecido por el malestar humano, el Dios de Israel tiene su mejor icono y máxime representante. Pues en él Dios ha mostrado tener entrañas de misericordia, sentir tan humanamente, como sienten su desgracia los hombres a quienes salva.
Abstract
It was not easy for Israel to become a strict monotheist. He knew the One God when he knew himself chosen by the Only One. And Israel knew himself as God’s Elected whenever it recovered freedom. Israel had a unique God, and, above all, a compassionate One. Israel’s God saved his people because, and when, He wanted…, freely, graciously, but costly indeed. Israel’s God saves whom He dearly loves, chooses anyone in need because He feels deeply moved by human misery. The best icon, the finest agent, of the tenderness of Israel’s God is Jesus of Nazareth, moved with compassion, when he saw his distressed, lonely, suffering people.